Tuesday 27 January 2009

Algo de cine


El mundo de Bergman

Desde hace mucho tiempo he sentido la necesidad de reflexionar y envolverme dentro de un cine que, más que entretenimiento, sea una obra ideada desde la más fascinante asimilación de valores, desde las más sublimes emociones hasta los más grotescos episodios del espíritu humano, y muchas veces provocando esa exasperación ofuscada por alguna máscara o tal ves olvidada en algún sitio remoto del pensamiento. Como resultado se pueden encontrar un puñado de interesantes filmes, que ofrecen una visión diferente a lo que usualmente estamos acostumbrados a encontrar en el enorme mundo del cine, y que son obras escritas como una epístola materializada en magnificas historias.
Es por ello que he considerado oportuno citar en estas líneas a uno de los directores más reflexivos y geniales que han existido, Igmar Bergman, quien como pocos han logrado mantener una identidad propia, con una extensa trayectoria que logra exponer desde su complejidad misma temas como la religión, el alma humana, los sentimientos, e incluso la más frívola existencia.
Inquisitivamente uno puede sumergirse en su mundo de ideas y encontrarse con la enorme cantidad de angulos en que puede ser vista su obra, y por ende cada uno puede formular sus propias reflexiones y conjeturas.
Pues sus historias, comunmente agobiadas dentro de una atmósfera dramática y simbólica con un estilo personal que lo caracterizaría durante toda su trayectoria, y sus personajes, envueltos en un sendero que los encamina siempre hacia su interior, la introspección resultaría tan desgarradora como la vida misma.
Estas historias nos conducen a un viaje, de una manera individualista, íntima y estrictamente personal, con el propósito de desnudar el alma, nuestra conciencia, y de una manera enigmática y sublime, inquietante y dominante, pero indiscutiblemente reveladora.

La obra de Bergman es vasta e inigualable, con grandes historias entre las cuales podemos citar: El Séptimo Sello, una de sus producciones más destacadas y poderosas, ambientada con sumo realismo en la época medieval, retratándola como sucia tanto física como espiritualmente, sumergida en elementos fantásticos como es la muerte, como un personaje sombrio y siniestro, que accede a prolongar la vida de un caballero en una inusual partida de ajedrez, aterrado y con un profunso dolor y confusión en su corazón, buscará dar explicación a sus preguntas y comprender el significado de la vida y de la muerte. También podemos encontrar: Gritos y Susurros, una obra enfrascada en las relaciones humanas, y catalogada como una de las obras más angustiantes del director, narra la historia de tres hermanas, una al borde de la muerte, dos que se encargan de cuidarla y su sirvienta, en este film hay un exceso de decoración que hace vislumbrar el alma humana hasta el punto de ser irritante y agobiante, como poco se ha visto en el cine. Este ha sido un indiscutible legado al Séptimo Arte, donde hay puntos que dejan de ser triviales para convertirse en temas de una especial controversia interior, te invito amigo lector, que consideres y tengas la oportunidad de ver alguna de las películas de Ingmar Bergman, cada una de ellas tiene mucho que ofrecer para el espectador, y más aún que ofrecer a tus reflexiones. Te lo dejo a tu criterio...

Monday 5 January 2009

La locura y genialidad


Bueno ,empezando un nuevo año... los mejores deseos... y descargando la tinta con estas palabras sobre un artista cuyo trabajo es objeto de mi devoción.... espero que les agrade

Entre la locura y la genialidad: Vincent Van Gogh

Pocas veces nos detenemos a pensar en la manera de plasmar en el papel nuestras emociones, y siempre es lo más complicado, empezar... ver una hoja, un lienzo en blanco. Sin embargo hay quienes pincelada tras pincelada han logrado, como un formidable rayo de luz y muerte, expresarse de un modo más intenso en vez de reproducir lo que revelaban sus ojos. Tal es el caso de Vincent Van Gogh, el artista incomprendido de la pincelada gruesa, larga, ondulante y circular, se ha convertido en un punto de partida para muchos lugares en el arte, como es la vanguardia, incomprensión y excentricidad.
Aficionado a la pintura y el dibujo desde niño, Vincent ha quedado en la historia marcado como el artista maldito, que pinta su maldición y caminos ardientes que ha recorrido, sin embargo lejos de ser un hombre atormentado por su pintura parece estar siempre satisfecho con lo que ha hecho.
Una angustia existencial, como muchos lo describirían, marca el hecho de haberse cortado la oreja y mandársela a su amada, para después haber terminado la crisis en un asilo mental y años más tarde, Vincent se dispara en el pecho y muere tres días después de una penosa agonía. Tanto fue su obsesión por ayudar a los demás que lo llevó a caer en un fanatismo exagerado, que después se convirtió en un apasionamiento de relaciones turbulentas.
¿Acaso fue un loco? Quizá, un personaje difícil en su relación con los demás, un genio que en su excentricidad usó la pintura como vía de modificar la sociedad y como vía de salvación personal, un artista que logra llevar sus emociones lejos del dolor físico y convertirlo en arte. Un extremo que quizá para muchos es considerado demencia, sin embargo, locura o no, el genio incomprendido mostró que no existen barreras para buscar la paz existencial, que en sus propias palabras lo describió como algo desesperadamente difícil.
"Mi gran deseo en aprender a hacer deformaciones o inexactitudes o mutaciones de lo verdadero; mi gran deseo es que salgan, si es necesario, hasta mentiras, pero mentiras que sean más verdaderas que la verdad literal", fue una de sus frases más célebres, es conocer su forma de pensar más que ningún otro artista, es lo que constituye un comentario vivo de su trabajo. Sólo así se puede entender aquello que trató de decir y cuanto sufrió por su cordura.
Van Gogh, ícono de la corriente postimpresionista, un artista puro, preocupado por lo estético, variando entre los límites de la rebeldía y la sensibilidad, entre la genialidad y la locura, entre la creatividad y la anomía que puede significar el dejarse vencer por la tristeza o bajar la guardia al sufrimiento.
Un genio sin fronteras que en su paradójica filosofía nos ha mostrado que la existencia humana es un mundo paralelo a la vista de los demás. Quien busca la belleza en la verdad es un pensador, quien busca la verdad en la belleza es un artista.

Javier Paz