Monday 18 January 2010

Bajo el misterio de mi silencio


El silencio puede ser un cruel aliado, aunque puede ser un recurso de inspiración para muchos, reconozco tal cualidad, sin embargo estas afirmaciones no han logrado un cauce de mis ideas, ni siquiera de una pincelada, ni siquiera de adentrarme en alguna obra más coherente que mis propios pensamientos, pero tampoco es una razón para silenciar esta voz interior, y ésta vez evoca ciertos pensamientos y remembranzas, escogidos puramente al azar, la extraña melancolía del tiempo, del transcurrir lento, fluyendo como un río a veces tumultoso y confuso y a veces tranquilo y en paz.
Me pregunto muchas veces como habría sido México hoy, si las cosas hubieran sido diferentes, que no hayan venido a través del océano, a imponer costumbres, ideas, pensamientos y cultura. Me detengo a pensar en la riqueza y esplendor del pasado, sobrecogido ante la magnificencia de las artes y cultura, evocando una extraña soledad, me pregunto como es posible que sienta nostalgia por un mundo que no conocí, estás palabras antes mencionadas por Ernesto Guevara de la Serna, pero sin duda haciendo eco fuertemente en mi interior, no me imagino un México conquistado, simplemente las cosas fueron diferentes, pero el hecho de imaginar que la época prehispánica abarcara hasta estos tiempos, es un ejercicio mental que no deja de perseguirme, a veces, cuando huyo del silencio del mundo...

Thursday 14 January 2010

Latente...

Tú que hiciste la vida y la muerte,
que son verdades de luz y sombra,
son del amor inmortal y fuerte,
del que no te conoce y honra.

No dejarás crecer en nosotros
el polvo de los días de mi pecho
crear al hombre es algo incierto
¡solo para morir hemos sido hechos!

Ciega y latente mi fé te espera
porque sólo tengo este dolor inerte
confiando que sea tu voluntad sincera
un rayo en la oscuridad creciente.

Nuestras voluntades tienen su día
no sabemos como, sólo dejan de ser,
nadie parece tan humana y divina,
en este mundo vano sin amanecer.

Que pena que este amor sea tan ahogado,
este amargo sabor de beber la pérdida,
perdona mi alma! sé que ha pecado!
quien fuera feliz pecador quien lo afirma!

Perdona este dolor tan arraigado!
en tu voluntad que haya sido lo justo!
no encuentro mas digno de ser amado!
las lágrimas de mi corazón confuso!

Perdona estos salvajes y errantes gritos!
confusiones de este sendero doliente!
agitado aliento y devoto suspiro
de cruel compañera la tristeza latente!

Permanece a mi lado

Permanece a mi lado cuando se apague mi luz, y la sangre se arrastre;
y mis nervios se alteren con punzadas dolientes, y el corazón enfermo
y las ruedas del ser giren lentamente.
Permanece a mi lado cuando a mi frágil cuerpo le atormenten dolores
y alcancen la verdad, y el tiempo maniaco síga esparciendo el polvo
y la vida furiosa siga arrojando llamas.
Permanece a mi lado, cuando vaya apagándome
y puedas señalarme el final de mi lucha
y el atardecer de los días eternos
en el bajo y oscuro borde de la vida.